Δευτέρα, Νοεμβρίου 13, 2006

De un correo enviado... a propósito de la "corrupción"

"... el tema que esta vez has escogido para pronunciarte, pareciera no dar para mucho mas (...) Mi comentario, por cierto es personal (aunque sepamos que una persona es la expresión de todo un conjunto de relaciones sociales... he allí el dilema y la riqueza de tener opinión) y bien sabes tú a quien -y por qué- escribes. Y al decirte de sentir una excesiva prudencia en tus palabras, no me refiero a que esperaría que desgarraras vestiduras respecto a "descubrir"que había unas facturas falsas, ni a que se expresara inocente sorpresa acerca de la supuesta dirección de algunos dineros, que bien dices tú de la confianza en las instituciones y del carácter no generalizado de estos hechos, así como de las causas que lo explican, en Chile. En el fondo, no es imaginable el funcionamiento "transparente" de un sistema construido sobre la base de la expropiación de las tierras comunales en Europa, la esclavización de los africanos, el robo de las riquezas de cualquier parte (¿remember "La Acumulación Originaria" de un tal C.M.?..) y el engaño permanente, generalizado y ya -estrictamente- "indiscutible" en que consiste la plusvalía y la propiedad privada, con sus secuelas contemporáneas de distribución de la riqueza, de la educación, la salud y el conocimiento, etc. para no decir nada de las formas "legales" que lo justifican (como la invasión de los USA a Irak, el más reciente genocidio de Israel en el Líbano y un listado tan amplio como su propia duración). No existe un capitalismo que no sea esencialmente "corrupto". Mira Italia, Brasil, Bélgica, Japón, USA... o dónde se quiera. Además del "escándalo", ya tenemos bastante con la generalizada monofactura amarilla que manipula la opinión pública (¡plantea la agenda del gobierno!..) y tristemente caracteriza nuestra cultura editorial. No, la mesura a la que me refiero, es porque no dices nada de la descomposición de la estructura política que este hecho penal objetiva. Y parece lo sustantivo. Que uno diría que hasta aquí llegó la confianza. (¿O es que creer que alguna vez la hubo es otra inocencia?) Que tal parece que mas informada de lo que parecía estaba la presidenta, cuando se juntó a recibir el primer informe de Chile Deportes que rechazó y negó la mejilla a L-W. Porque lo que aquí se percibe, no es un tema de platas, ni de pago de influencias, sino de profundas deslealtades políticas, entre los partidos de la concertación primero y al interior de los mismos después, configurando el amanecer anunciado de una explosión del frente social con que hemos gobernado después de la dictadura. La fragmentación ad infinitum de un cuerpo operacional que no tiene corazón que lo guíe, ni cabeza que lo sienta. ¿Y como no había ello de producirse al cabo, si por ejemplo, hay como 60 mil funcionarios públicos que tienen permanente contrata a honorarios (en el mejor de los casos...), vulnerando la propia legislación, desde dentro, como -con mesura- también lo señalas? En fin. Chile es un metro, que va con piloto automático y dónde a nadie parece importarle lo que vaya haciendo el que se sienta atrás. Y los que no van con head phones, van hablando por celular. Total, ya llegará la próxima estación. Y el sol brillará por siempre... "
Moror.

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